Comienza un nuevo siglo y el prevencionista en apuros inicia la alineación de la estrategia del negocio a los cambios que van a producir en materia de prevención de riesgos.
La siempre expermiental UNE 81900 es sustituída por la OHSAS 18001:1999 y aparece la nueva versión de la ISO 9000:2000, San Prudencio ya es el día de la Seguridad y Salud en el Trabajo y en agosto la TRLISOS establece el nuevo escenario de infracciones y sanciones en materia social.
De esta forma el prevencionista comienza a desarrollar proyectos de sistemas de gestión de la prevención, seguridad de máquinas, planes de autoprotección, sistemas de información para la gestión de la prevención y estrategias higénicas para la industria y los servicios, particularmente oficinas y afines.
El equipo humano desarrolla habilidades en tales materias y se pueden asumir proyectos de sector privado y público referentes en etapas posteriores. Se internviene en el peritaje de equipos de trabajo en operaciones de compraventa internacionales, se desarrollan planes higiènico-ambientales en el sector bancario, se implantan planes de autoprotección en edificios emblemáticos y se desarrollan sistemas de gestión en empresas de diferentes sectores y actividades de gran calado nacional e internacional.
Un gran año de aprendizaje para todos, de alineación y dificultades internas y, a su fin, tambores de cambio. Pero eso ya es otra historia.
Como decía el poema de Jorge Manrique, "Coplas por la muerte de su padre", en sus estrofas finales:
" ... Esos reyes poderosos
que vemos por escrituras
ya pasadas,
por casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
trastornadas;
así que no hay cosa fuerte,
que a papas y emperadores
y prelados,
así los trata la muerte
como a los pobres pastores
de ganados....."
Salu2
jueves, 8 de mayo de 2008
martes, 25 de marzo de 2008
LA CENA
Nos situamos en el año 1999 y reemprendemos el curso de nuestra historia.
Frente a las dificultades de adaptación operativa de la normativa de prevención de riesgos laborales traspuesta en España y tras convencer al director general de la Mutua de accidentes sobre la bondad de implantar y certificar un sistema de gestión de la calidad, este prevencionista en apuros, comienza a alternar funciones de documentación e implantación de planes, programas, procesos, procedimientos e instrucciones para su servicio de prevención ajeno, con las labores de evaluación, planificación control de riesgos en las empresas que aceptan la prestación de tales servicios.
El proceso se extiende durante hasta el solsticio de verano y, es entonces cuando la competencia se adueña de nuestros pensamientos: "Ven con nosotros, tenemos un proyecto preventivo de primer orden y tú nos interesas para liderarlo". En resumen, el verano de 1999 cambio de trabajo y sin vacaciones.
Se esfuma el mes de julio y tras un par de reuniones de ajuste una gran entidad bancaria nos solicita realizar la identificación de peligros y evaluación de riesgos de la totalidad de sus oficinas de atención al cliente, unas 3000 por todo el territorio español.
¡Que Agosto!. "Puedes irte de vaciones unos días, si te parece ...". "No, no puedo, tengo que seleccionar personal en toda España, formarlo, dotarles los equipos de medición oportunos y es agosto ..."
El proyecto se inició durante la primera quincena de septiembre y se acabó en el albur del cambio de siglo. Un éxito rotundo, un trabajo correcto y una rentabilidad muy alta. Vítores y aplausos, el resto de la actividad adelante y todo un año 2000 por delante.
Y ya se sabe, hay que estar a la duras y a las maduras.
Pero eso ya es otra historia.
Como decía el poema de Baltasar de Alcázar, "La cena", en sus estrofas finales:
" ...
Ya que, Inés, hemos cenado
tan bien y con tanto gusto,
parece que será justo
volver al cuento pasado.
Pues sabrás, Inés hermana,
que el portugués cayó enfermo...
Las once dan, yo me duermo;
quédese para mañana.
..."
Salu2
Frente a las dificultades de adaptación operativa de la normativa de prevención de riesgos laborales traspuesta en España y tras convencer al director general de la Mutua de accidentes sobre la bondad de implantar y certificar un sistema de gestión de la calidad, este prevencionista en apuros, comienza a alternar funciones de documentación e implantación de planes, programas, procesos, procedimientos e instrucciones para su servicio de prevención ajeno, con las labores de evaluación, planificación control de riesgos en las empresas que aceptan la prestación de tales servicios.
El proceso se extiende durante hasta el solsticio de verano y, es entonces cuando la competencia se adueña de nuestros pensamientos: "Ven con nosotros, tenemos un proyecto preventivo de primer orden y tú nos interesas para liderarlo". En resumen, el verano de 1999 cambio de trabajo y sin vacaciones.
Se esfuma el mes de julio y tras un par de reuniones de ajuste una gran entidad bancaria nos solicita realizar la identificación de peligros y evaluación de riesgos de la totalidad de sus oficinas de atención al cliente, unas 3000 por todo el territorio español.
¡Que Agosto!. "Puedes irte de vaciones unos días, si te parece ...". "No, no puedo, tengo que seleccionar personal en toda España, formarlo, dotarles los equipos de medición oportunos y es agosto ..."
El proyecto se inició durante la primera quincena de septiembre y se acabó en el albur del cambio de siglo. Un éxito rotundo, un trabajo correcto y una rentabilidad muy alta. Vítores y aplausos, el resto de la actividad adelante y todo un año 2000 por delante.
Y ya se sabe, hay que estar a la duras y a las maduras.
Pero eso ya es otra historia.
Como decía el poema de Baltasar de Alcázar, "La cena", en sus estrofas finales:
" ...
Ya que, Inés, hemos cenado
tan bien y con tanto gusto,
parece que será justo
volver al cuento pasado.
Pues sabrás, Inés hermana,
que el portugués cayó enfermo...
Las once dan, yo me duermo;
quédese para mañana.
..."
Salu2
miércoles, 19 de marzo de 2008
COMPARTIR EXPERIENCIAS
Nos situamos en el año 1998 y reemprendemos el curso de nuestra historia. Ya se ha publicado normativa sobre los Servicios de Prevención, equipos, lugares, señalización, sustancias y contaminantes químicos, seguridad, ergonomía, formación del prevencionistas y tal avalancha bloquea de forma significativa la acción preventiva.
En el mercado de la prevención en España operan los agentes que el propio legislador ha introducido en el campo de juego; la inspección de trabajo y las mútuas de accidentes, los primeros sin conocimientos ni experiencia en estas lides, los segundos acostumbrados a pedir disculpas por proponer acciones de mejora. Algunos expertos, eso sí, forjados a si mismos en emcpresas de alto riesgo y/o multinacionales con objetivos y programas preventivos avanzados. Y poco más.
¿Y las empresas?
Os pondré un ejemplo propio. Cuando en septiembre de 1998 en la mútua que comenzé mi andadura profesional nos consiguieron convencer que los propios técnico teníamos que presentar la propuesta de Servicio de Prevención para su aprobación, hicimos la ofertas, las imprimimos, las encuadernamos y comenzamos la romería. Indescriptible. Evitaré recordar las expresiones disonantes, rostros de estupefacción e incredulidad, quejas y argumentaciones que durante aquella quincena de septiembre nos cayó al compás de la lluvia propia de la temporada. Los que sobrevivimos aquella experiencia entendimos que todo estaba por hacer, que hasta entonces la prevención que ahora se trataba imponer con calzador no había calado sino en una pequeña proporción de empresas y que pasarían años, décadas en algunos casos, hasta que la prevención se integrara de forma eficaz.
Trascurrían los idus de marzo de 1999 y seis meses después del primer avatar preventivo poco mejoraba, se documentaba todo y no se hacía prácticamente nada. Habíamos diseñado e implantado un sistema de evaluación de riesgos general, específica e incorporando aspectdos de seguridad, higiene y ergonomía, habíamos diseñado y ejecutado accciones informativas y formativas, habíamos diseñado medidas básicas de emergencia y coordinación de actividades y en la mayoría de nuestros clientes, no habíamos conseguido ponerlas en práctica.
En estas circunstancias el prevencionista en apuros encontró una solución particular a la situación, había conseguido convencer a la mútua de la bondad de implantar y certificar un sistema de gestión de la calidad de acuerdo a la entonces vigente norma ISO 9001:1997. Y así ocurrió. Pero eso estimados "bloggers" es harina de otro costal.
Salu2
En el mercado de la prevención en España operan los agentes que el propio legislador ha introducido en el campo de juego; la inspección de trabajo y las mútuas de accidentes, los primeros sin conocimientos ni experiencia en estas lides, los segundos acostumbrados a pedir disculpas por proponer acciones de mejora. Algunos expertos, eso sí, forjados a si mismos en emcpresas de alto riesgo y/o multinacionales con objetivos y programas preventivos avanzados. Y poco más.
¿Y las empresas?
Os pondré un ejemplo propio. Cuando en septiembre de 1998 en la mútua que comenzé mi andadura profesional nos consiguieron convencer que los propios técnico teníamos que presentar la propuesta de Servicio de Prevención para su aprobación, hicimos la ofertas, las imprimimos, las encuadernamos y comenzamos la romería. Indescriptible. Evitaré recordar las expresiones disonantes, rostros de estupefacción e incredulidad, quejas y argumentaciones que durante aquella quincena de septiembre nos cayó al compás de la lluvia propia de la temporada. Los que sobrevivimos aquella experiencia entendimos que todo estaba por hacer, que hasta entonces la prevención que ahora se trataba imponer con calzador no había calado sino en una pequeña proporción de empresas y que pasarían años, décadas en algunos casos, hasta que la prevención se integrara de forma eficaz.
Trascurrían los idus de marzo de 1999 y seis meses después del primer avatar preventivo poco mejoraba, se documentaba todo y no se hacía prácticamente nada. Habíamos diseñado e implantado un sistema de evaluación de riesgos general, específica e incorporando aspectdos de seguridad, higiene y ergonomía, habíamos diseñado y ejecutado accciones informativas y formativas, habíamos diseñado medidas básicas de emergencia y coordinación de actividades y en la mayoría de nuestros clientes, no habíamos conseguido ponerlas en práctica.
En estas circunstancias el prevencionista en apuros encontró una solución particular a la situación, había conseguido convencer a la mútua de la bondad de implantar y certificar un sistema de gestión de la calidad de acuerdo a la entonces vigente norma ISO 9001:1997. Y así ocurrió. Pero eso estimados "bloggers" es harina de otro costal.
Salu2
lunes, 17 de marzo de 2008
PREVENCIONISTA EN APUROS
En 1996 este PREVENCIONISTA EN APUROS realizaba actividades de ingeniería y medio ambiente para diversas organizaciones de diferente tamaño y actividad en España.
Había estudiado años atrás una "experiencia quasi religiosa" de la ingeniería industrial denominada "Nuclear Engineering" y cuando el mercado debía retornar la inversión realizada surgío un fenómeno "españolizado" de las corrientes neoecologistas de la década de los 70's y 80's denominado "Moratoria Nuclear".
Y vuelve a comenzar. Estudios de postgrado en materia de medio ambiente, asociación con un consultor senior de allende de los mares y "a picar piedra que por eso eres joven".
Corría el año 1995 y el joven progresaba, la confianza de sus clientes aumentaba, sus ámbitos de actuación se extendían hacia la ingeniería por un lado, y la gestión de sistemas por el otro.
Y hete aquí que con nocturnidad y alevosía España aprueba la Ley 31/95 de prevención de riesgos laborales. De forma inmediata algunos esos amigos del párrafo anterior, entre proyecto y estudio, comenzaron a murmullar: " esto de la prevención el ingeniero nuclear lo pone en marcha ipso facto".
¡¡Oh no!!. ¿por qué a veces intentar impresionar a los clientes se te vuelve en tu contra?, ¿quién me había pedido a mí hablar sobre que quise ser y nunca fuí?
Y vuelve a comenzar. Estudios de postgrado en materia de prevención de riesgos laborales, tres especialidades en monodosis, corre que te pillo y navidad de 1998.
Pronto se cumplirán diez años que volví a comenzar y desde entonces muchas cosas han cambiado. Pero queridos "bloggeros", por el momento, me planto.
Soy uno de los PREVENCIONISTAS EN APUROS que corre por este mundo, pero hay muchos más. Os propongo que nos subamos en un tren con destino desconocido y grandes compañeros de viaje.
Salu2
Había estudiado años atrás una "experiencia quasi religiosa" de la ingeniería industrial denominada "Nuclear Engineering" y cuando el mercado debía retornar la inversión realizada surgío un fenómeno "españolizado" de las corrientes neoecologistas de la década de los 70's y 80's denominado "Moratoria Nuclear".
Y vuelve a comenzar. Estudios de postgrado en materia de medio ambiente, asociación con un consultor senior de allende de los mares y "a picar piedra que por eso eres joven".
Corría el año 1995 y el joven progresaba, la confianza de sus clientes aumentaba, sus ámbitos de actuación se extendían hacia la ingeniería por un lado, y la gestión de sistemas por el otro.
Y hete aquí que con nocturnidad y alevosía España aprueba la Ley 31/95 de prevención de riesgos laborales. De forma inmediata algunos esos amigos del párrafo anterior, entre proyecto y estudio, comenzaron a murmullar: " esto de la prevención el ingeniero nuclear lo pone en marcha ipso facto".
¡¡Oh no!!. ¿por qué a veces intentar impresionar a los clientes se te vuelve en tu contra?, ¿quién me había pedido a mí hablar sobre que quise ser y nunca fuí?
Y vuelve a comenzar. Estudios de postgrado en materia de prevención de riesgos laborales, tres especialidades en monodosis, corre que te pillo y navidad de 1998.
Pronto se cumplirán diez años que volví a comenzar y desde entonces muchas cosas han cambiado. Pero queridos "bloggeros", por el momento, me planto.
Soy uno de los PREVENCIONISTAS EN APUROS que corre por este mundo, pero hay muchos más. Os propongo que nos subamos en un tren con destino desconocido y grandes compañeros de viaje.
Salu2
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